- La patronal sostiene que la propuesta desnaturaliza la tasa turística y puede generar agravios entre municipios
Foment del Treball ha presentado un conjunto de alegaciones al proyecto de ley de modificación del Impuesto sobre las Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET) en las que reclama, como principal medida, la supresión del artículo que permite a los municipios establecer un recargo municipal sobre el impuesto turístico. La patronal se opone frontalmente al recargo y alerta de que el proyecto representa una desnaturalización de la tasa turística.
Según Foment, no debe perderse el objetivo con el que se creó la tasa en su momento: la finalidad original del impuesto era dotarse de recursos para hacer política turística y mantener la competitividad de Cataluña como destino, y no servir como herramienta de financiación de los ayuntamientos. El proyecto de ley, según la patronal, convierte la tasa en una herramienta municipal de recaudación, con el único objetivo de generar ingresos adicionales. Para Foment, el impuesto turístico no debe ser la solución a la deficiente financiación de los municipios.
La patronal destaca que todo lo que se propone supone un incremento impositivo para las familias catalanas, ya que la mayoría de personas que veranean en la costa, en el interior y en el Pirineo son familias de Cataluña. Estas cargas adicionales afectan no solo a quienes viajan por vacaciones, sino también a quienes se desplazan por motivos médicos o laborales, lo que evidencia un impacto especialmente injusto sobre el turismo familiar y de proximidad.
Foment del Treball advierte de que la extensión del recargo fuera de Barcelona puede generar competencia fiscal entre municipios, provocar agravios comparativos dentro del territorio y poner en riesgo la competitividad de Cataluña respecto a otros destinos del Estado que no aplican ningún impuesto similar.
En cuanto a Barcelona, la patronal recuerda que la ciudad ya dispone de tarifas especiales y de un recargo de 4 euros, que tienen en cuenta las externalidades derivadas del elevado número de visitantes y los costes asociados a servicios como la limpieza, la seguridad, el transporte o el mantenimiento de infraestructuras. Consideran totalmente desproporcionado incrementar este recargo hasta los 8 euros, ya que penaliza exclusivamente a los visitantes que pernoctan en la ciudad, mientras que un volumen mucho mayor de visitantes excursionistas utiliza los servicios municipales sin ninguna contribución fiscal.
En sus alegaciones, Foment del Treball defiende que todos los ingresos derivados del impuesto turístico —incluyendo recargos y tarifa especial— deben integrarse en el Fondo para el Fomento del Turismo, garantizando que estos recursos se destinen exclusivamente a políticas de mejora de la calidad de los servicios, las infraestructuras, los productos y la competitividad turística.
Finalmente, Foment del Treball insta al legislador a reconsiderar el proyecto de ley y a mantener un modelo de impuesto turístico coherente, finalista y orientado a reforzar la competitividad del sector, con el objetivo claro de utilizar la tasa turística como una herramienta de fomento del turismo y no de financiación municipal.






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