En la primera parte del 2025 la economía mundial ha mostrado ser más resiliente de lo esperado, en tanto que la materialización de los riesgos a la baja por la elevada incertidumbre arancelaria no se produjo con la intensidad inicialmente estimada, lo cual ha llevado a una ligera corrección al alza de las previsiones del PIB para este año.
Parte de esta menor percepción de riesgo en el frente comercial se explica por la ausencia de una escalada adicional de las tensiones entre China y EE. UU. y por una mayor previsibilidad en sus relaciones comerciales. No obstante, el efecto negativo sobre el comercio y la actividad económica se notarán, de manera más diluida, en los próximos trimestres.






