- El conflicto en Ucrania y el escenario postpandémico dibujan un cambio de época en que Europa se refuerza pero su influencia como modelo de sociedad se debilita.
- La importancia de las nuevas tecnologías se relativiza en un contexto que hace resurgir la necesidad de productos tan básicos como el cereal y el maíz, o la dependencia de las fuentes energéticas.
- Se señala como primera prioridad el reparto equitativo del impacto de la inflación, a través de ajustes fiscales y de un pacto de rentas que encuentre el equilibrio entre la justicia social, la competitividad empresarial y la sostenibilidad macroeconómica.
El Instituto de Estudios Estratégicos (IEEF), el think tank ideológico de Foment del Treball, plantea un conjunto de actuaciones posibles, que dependen de nosotros mismos y que pueden comportar resultados positivos a corto plazo para abordar el otoño amenazante que los indicadores económicos anticipan, en su III Informe de Coyuntura: ‘Más allá de la coyuntura: En el inicio de una nueva época’, presentado hoy por el vicepresidente coordinador del IEEF, Jordi Alberich; el jefe de gabinete de Fomento y vocal de la IEEF, Jordi Casas; y el economista y vocal de la IEEF, Ana Julia Cura.
El informe afirma que el conflicto en Ucrania y el escenario postpandémico dibujan un cambio de época que no supone el final de la globalización, pero sí su “necesaria adecuación a la realidad de un mundo la heterogeneidad y la complejidad del cual son ya indiscutibles”. Aboga para recuperar la autonomía política y la actividad productiva sin perder competitividad ni entrar en un proteccionismo contraproducente.
Europa inicia esta etapa reforzada pero sin el arraigo de sus valores en el mundo, y la relativización del poder de las grandes corporaciones. En este sentido, según Alberich, es inaplazable repensar el cimiento ideológico de las sociedades abiertas porque considera que algunos de los supuestos teóricos que alimentaron las últimas décadas han demostrado su fragilidad: «Es necesario mejorar las políticas públicas, reforzar el Estado del bienestar y promover el compromiso de la sociedad civil».
Por todo esto, el think tank de Foment considera que, en los meses inmediatos, administraciones públicas, empresariado y ciudadanía tendrían que comprometerse en unas líneas de actuación prioritarias, que son convenientes, factibles y que dependen de nosotros mismos, lejos de aspirar a políticas y reformas que son inalcanzables en un futuro previsible. De este modo, señala como primera prioridad el reparto equitativo del impacto de la inflación a través de ajustes fiscales y de un pacto de rentas que encuentre el equilibrio entre la justicia social, la competitividad empresarial y la sostenibilidad macroeconómica.
También se resalta la importancia de los fondos Next Generations EU para la reindustrialización del país. “Estamos ante la posibilidad de desarrollar, por primera vez a nuestra historia, una política industrial moderna y ambiciosa”, cita el informe.
En la presentación se ha informado de que se está organizando un encuentro en Barcelona de think tanks referentes de patronales europeas para contribuir de manera conjunta en la construcción de la Europa para esta nueva era, y en la reinvención del papel de la empresa y la sociedad civil para fortalecer la colaboración con las instituciones.
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