A pesar del auge del trabajo híbrido, la oficina física sigue siendo fundamental para la fuerza laboral actual, al ofrecer un espacio para crear lazos sociales y compartir conocimiento. Por ello, la oficina debe actuar como un catalizador de cultura, innovación y pertenencia, especialmente ante el continuo interés de las organizaciones por atraer y retener talento. Estas conclusiones se extraen de un nuevo estudio global realizado por ISS.
Durante los últimos años, el modelo semipresencial ha dejado de ser una tendencia pasajera para convertirse en la opción más habitual. De hecho, en España el 86% de las personas trabajan en un entorno híbrido, un 49% indica que teletrabaja uno o dos días a la semana. Pese a que reconocen las facilidades que les ofrece esta nueva modalidad de trabajo, el 65% de los profesionales valoran la importancia de la oficina, puesto que está demostrado que es el contacto directo el que refuerza la cohesión de equipo y alimenta la innovación.
Trabajar desde casa mejora la flexibilidad y favorece la conciliación para compaginar mejor las responsabilidades personales y laborales. Además, reduce el tiempo y los costes de desplazamiento, permitiendo gestionar mejor el horario. Sin embargo, el modelo remoto plantea diversos inconvenientes, como la falta de dinamismo y la dificultad de desconexión.
En este sentido, el 71% de los encuestados en España advierte de riesgos a largo plazo asociados al teletrabajo. Cuatro de cada diez afirman que la falta de presencia en la oficina daña sus relaciones laborales, recorta sus redes de contactos y ralentiza su progreso profesional. Asimismo, el 24% advierte que el trabajo en remoto puede poner en riesgo su salud física o mental.
Para dar valor a los lugares laborales físicos, el Grupo ISS, empresa líder en integración de servicios, como limpieza, mantenimiento, workplace y Facility Management, ha impulsado el informe “Evolving Workplaces: el espacio de trabajo como motor de crecimiento”. Gracias al punto de vista de casi 11.000 empleados de 12 sectores y 15 países, entre los que se incluye España, el documento destaca la importancia de la oficina y la necesidad de replantear estos entornos para inspirar, retener y potenciar el talento.
Los espacios físicos como clave en la cohesión y el bienestar de las personas
Uno de los puntos clave en este informe es poner de relieve el papel de las oficinas en el mundo laboral. En este sentido, el 99% de las personas encuestadas tanto en España como a nivel global valoran positivamente las ventajas que ofrece. Si bien el teletrabajo presenta diversas facilidades, limita las posibilidades de socializar y debilita las relaciones. Así, un 48% de los españoles admite que el principal beneficio de acudir a los lugares de trabajo es la interacción social y la experiencia en la oficina.
El equilibrio entre el teletrabajo y la presencialidad en la oficina se presenta como la opción más satisfactoria. Las personas que trabajan en remoto solo uno o dos días a la semana muestran una mayor satisfacción frente a quiénes lo hacen cinco días a la semana.
El tiempo compartido en los entornos laborales es un elemento clave en la productividad de las empresas, permitiendo el intercambio de ideas y favoreciendo la innovación entre equipos. “Es necesario invertir en lugares que inspiren y conecten a las personas, creando espacios claves que cultiven la energía colectiva y consoliden el sentimiento de pertenencia” ha señalado Beatriz Santos, gerente de Workplace y Servicios Auxiliares en ISS España.
Respecto a los incentivos para motivar la asistencia en los espacios físicos de trabajo, el 60% de los españoles afirma que unas mejores instalaciones y experiencias los animaría a acudir más a su puesto laboral. Asimismo, en España, el 32% considera que un entorno profesional ideal debe incluir aspectos que contribuyan a su productividad, mientras el 42% señala que desearían contar con elementos orientados al bienestar.
Otro elemento esencial es la sostenibilidad. El informe subraya que el 84% de los empleados en España considera importante que la empresa tenga iniciativas que promuevan tanto la sostenibilidad social como medioambiental. Entre las prácticas más valoradas destacan la reducción en el uso del papel, mejorar la eficiencia energética y fomentar opciones de transporte sostenibles.
“El verdadero valor de la oficina ya no reside en sus metros cuadrados o su atractivo, sino en la calidad de las interacciones que promueve” explica Beatriz Santos. Además, ha querido poner de relieve cómo “con un enfoque que combina flexibilidad, ergonomía y sostenibilidad, se pueden crear espacios físicos que además de favorecer la realización de las tareas, inspiren y evolucionen a sus ocupantes”.
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